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Alberto Gala • Feb 27, 2023
¿Qué es la Salud Natural?

El cuerpo humano está diseñado para vivir 100 años con salud. Todo lo que se salga de eso, es una programación. Entender la Salud Natural es comprender la diferencia entre diseño y programación.

Estamos acostumbrados al concepto de Medicina Natural, Naturopatía, Terapias Alternativas o Terapias Complementarias como si más o menos todos fueran términos sinónimos. Me centraré en la Salud Natural en este post, para ver lo que realmente significa y porque no está dentro de las categorías que antes he mencionado. Probablemente me ponga algo estricto con algunas diferenciaciones.


La medicina es la “ciencia de la salud dedicada a la prevención, diagnóstico, pronóstico y tratamiento de las enfermedades, lesiones y problemas de salud de los seres humanos”. En los tiempos actuales, donde la medicina científica, tecnológica y farmacéutica es la dominante, la oficial, la que marca el ritmo y el pulso, lo que va quedando fuera o al margen de esa visión se ubica en el mundo de lo alternativo o complementario. En el caso de las terapias naturales existe el condicionante de que los remedios a utilizar tienen que haber sido producidos por la Naturaleza, como laboratorio oficial. Entre todas esas visiones existe una pugna sobre quién tiene más razón que el otro, y en sobre quién tiene la voz dominante entre la población, pero si dejamos a un lado las luchas de intereses por el mercado, cada visión, cada avance y cada propuesta, convenientemente analizada, tiene su aportación a la mejora de la vida del ser humano, que al fin y al cabo es para lo que nos interesan.


Caminando por un sendero  aparte, en la Salud Natural nos vamos a encontrar con un punto de partida bien definido y distinto en el que nos tenemos que parar, pues sin eso no entendemos nada de nada.


La salud natural tiene un punto de partida claro: el ser humano es una combinación de diseño original y programación. Nuestro diseño original, nos prepara en pocas palabras, para fluir y para expresarnos de manera espontánea y original en la vida. Nuestra programación, es la alteración de nuestro diseño original. Supone la suplantación de comportamientos espontáneos por estructuras preconfiguradas. Estas expresiones, que simulan al original con mejor o peor fortuna, las denominamos enfermedades, alteraciones, disfunciones, y un montón de nombres variados.


Nacemos y nos vamos desarrollando como humanos durante los primeros años. Durante la primera etapa de la vida, hasta los 20 predomina el diseño original. Las  décadas entre los 20 y los 50 años son un período de transición, y es a partir de entonces  cuando ese programa ya se encuentra perfectamente instalado y al mando de la situación. El programa necesita un tiempo para copiar e imitar comportamientos y formas de vida. Se transmite y se refuerza en el ambiente familiar, en las escuelas, en las distintas áreas de la sociedad. Necesita instalarse progresivamente para no llamar la atención, para pasar desapercibido. Trata de ser eficiente, de funcionar bien, lo más correctamente posible para no ser descubierto.


En la década de los 50 años el programa ya está completamente instalado y del diseño original apenas quedará el recuerdo en la mayoría de los casos. Ya estamos totalmente robotizados por un programa que habiendo copiado lo que pudo sobre el original, lo enterró y sustituyó por la copia. Hay programas de muchos tipos. Unos son más eficientes que otros y cumplen mejor esa función de sustitución sin dar problemas. Otros generan problemas de salud mental y física y son un incordio.


Hay programas que no generan tensión con el diseño original y otros que si entran en conflicto y llevan a la persona a una lucha de fuerzas internas muy problemática.


Todos los programas son diferentes pero tienen unas características comunes que voy a destacar:

  1. Toman el control de la persona progresivamente a lo largo de la vida. A partir de los 50 son la fuerza dominante en la mayoría de los casos.
  2. Su ubicación y centro de operaciones es la mente. Allí crecen y se desarrollan. Desde la mente controlan al cerebro, que es el órgano que se encarga de las operaciones cognitivas, el lenguaje, el pensamiento, las emociones, los sentidos, la coordinación motriz y de la funcionalidad de los órganos.
  3. No forman parte del diseño original de la persona, del ser humano. No están en su esencia biológica, son parásitos de la mente. Son estructuras no biológicas parásitas de seres humanos, instaladas en la mente.
  4. Tienen gran capacidad de inteligencia.
  5. Tienen estrategias de conservación y propagación muy astutas.
  6. Tienen mecanismos de defensa que activan cuando se sienten amenazados.
  7. Copian el comportamiento humano hasta parecer indetectables.


No es nada fácil detectar y trabajar con las programaciones propias una vez que han tomado el control de la persona. Tienen una estrategia de conservación y expansión muy astuta, se llama la REPROGRAMACIÓN. Bajo el proceso de reprogramación y mejora, el programa ofrece la ilusión a la persona que está en un proceso de evolución y crecimiento personal o espiritual. El programa se reprograma a sí mismo, dando la impresión de que es la persona la que evoluciona.


Así las personas entran, a partir de los 40 o 50 años en una etapa de despertar espiritual, descubren la meditación, el mindfulness, el budismo, la psicología transpersonal, el chamanismo, la gestión de sus emociones, la medicina regenerativa, los baños de hielo, la biorresonancia cuántica, el ayurveda, el poder del cosmos o de los chakras, y un largo etcétera que cumple una gran misión: el programa se afianza bajo una REPROGRAMACIÓN espiritual.


La Salud Natural tiene otro enfoque frente al programa. No se trata de reprogramarse lo mejor posible, pues esa es la estrategia del propio programa. Se trata de DESPROGRAMARSE. Eliminar al programa parásito de la profundidad de la mente y liberar el flujo del diseño original, permitiendo la expresión espontánea de uno mismo. 


Y a partir de ahí, que salga el sol por donde quiera. Eliminando al programa, eliminamos sus tentáculos, que son las enfermedades físicas y mentales y recuperamos el estado natural, que es la salud, el diseño original.

Así dicho puede parecer sencillo, pero supone enfrentarse y eliminar al programa, y no es como barrer el suelo arrastrando la suciedad y mandándola al cubo de la basura. Tampoco es como en el teléfono, que seleccionamos la aplicación y la desinstalamos. No se elimina el programa desde la mente. Hay que reunir una serie de condiciones biológicas, del cuerpo para eliminar al programa de la mente. Se empieza desde el cuerpo, entendiendo su diseño original, y luego se libera a la mente del programa, recuperando, retomando la senda original en el cuerpo y en la mente. 


Es un reto descomunal, que requiere voluntad, conocimiento y energía, mucha energía. Cuanto antes se empiece, mejor.












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